La COVID-19 está teniendo un impacto muy significativo en todas las áreas de la sociedad. Los cambios producidos por la crisis sanitaria están obligando a modificar las propuestas que hacen las empresas a sus clientes, adaptándolas a la nueva situación, llegando también al sector vitivinícola. Volver a atraer al enoturista para que pueda vivir experiencias de ocio en sus instalaciones de forma segura es el objetivo que se han marcado las bodegas y cooperativas.
En este contexto, recientemente ha tenido lugar un seminario online que, bajo el título “La innovación en el enoturismo en el contexto de la COVID-19”, ha tenido como objetivo desvelar algunas de las claves que están caracterizando el nuevo enoturismo. Bajo el paraguas de la innovación, las bodegas están dando pasos importantes para que esta línea de negocio clave para el sector siga una evolución creciente como ha sido en los últimos años.
El evento* ha sido organizado por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y la Organización Mundial del Turismo (OMT) y en él han participado expertos del sector de Argentina, Chile, Francia, Italia y España.
Irene Gimeno, de Enoturismo Chile, por su parte, señaló como los webinars permitieron mantener un contacto estrecho entre la bodega y los usuarios, y que esta nueva forma de comunicación “ha llegado para quedarse y será una herramienta complementaria a las presencias en vivo”.
Sandra Carvao, jefa del Departamento de Inteligencia de Mercados y Competitividad de la OMT, puso en valor la importancia de mejorar la gestión de los destinos, atraer a los visitantes en esta “nueva realidad” y utilizar la digitalización como recurso en todas las etapas de este proceso.
Mariëtte du Toit-Helmbold, moderadora del seminario, destacó la relevancia de tener un enfoque creativo a la hora de plantear nuevas iniciativas para los enoturistas, y que las soluciones digitales que se adopten deben posibilitar una historia humana para que tengan un impacto real en el usuario.
Beatriz Vergara, de Bodegas González Byass, también subrayó que la digitalización es esencial para materializar las experiencias que pueden proponerse al visitante, destacando que el conocimiento del cliente, a través precisamente de herramientas tecnológicas, permite diseñar una oferta mucho más personalizada.
En resumen, las distintas ponencias convergieron en la idea de que hay un enoturismo que se está reinventando, que necesita de la creatividad y la innovación para reformular su oferta al visitante y que la tecnología es la gran aliada que facilita la transición al nuevo escenario.