El enoturismo se reinventa: alianzas, nuevas experiencias, apuestas por lo local y digitalización

La COVID-19 está teniendo un impacto muy significativo en todas las áreas de la sociedad. Los cambios producidos por la crisis sanitaria están obligando a modificar las propuestas que hacen las empresas a sus clientes, adaptándolas a la nueva situación, llegando también al sector vitivinícola. Volver a atraer al enoturista para que pueda vivir experiencias de ocio en sus instalaciones de forma segura es el objetivo que se han marcado las bodegas y cooperativas.

En este contexto, recientemente ha tenido lugar un seminario online que, bajo el título “La innovación en el enoturismo en el contexto de la COVID-19”, ha tenido como objetivo desvelar algunas de las claves que están caracterizando el nuevo enoturismo. Bajo el paraguas de la innovación, las bodegas están dando pasos importantes para que esta línea de negocio clave para el sector siga una evolución creciente como ha sido en los últimos años.

El evento* ha sido organizado por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y la Organización Mundial del Turismo (OMT) y en él han participado expertos del sector de Argentina, Chile, Francia, Italia y España.

Principales líneas de innovación enoturística.

Aunque la seguridad y la salud son requisitos imprescindibles para que el visitante pueda disfrutar tranquilo de su visita a la bodega (mediante protocolos y etiquetas como el sello Safe Travels), en el encuentro se mencionaron algunas de las claves que marcarán esta nueva etapa para el turismo de vino. Roberta Garibaldi, de la Associazione Italiana Turismo Enogastronomico señaló el cambio hacia nuevas experiencias en bodega, sobre todo en espacios abiertos, y la apuesta por enlazar las actividades con la cultura local de cada región, en especial los valores medioambientales y gastronómicos. La apuesta por las nuevas herramientas digitales es otra de las características que van a marcar la nueva etapa del enoturismo, sin que ello anule el necesario contacto humano. Garibaldi destacó la importancia de recoger la información de visitantes actuales y potenciales: “Poder realizar un seguimiento de estos usuarios es muy importante para planear servicios creativos y eficientes con ofertas específicas para cada público, y brindar así una oferta personalizada”.

Irene Gimeno, de Enoturismo Chile, por su parte, señaló como los webinars permitieron mantener un contacto estrecho entre la bodega y los usuarios, y que esta nueva forma de comunicación “ha llegado para quedarse y será una herramienta complementaria a las presencias en vivo”.

Sandra Carvao, jefa del Departamento de Inteligencia de Mercados y Competitividad de la OMT, puso en valor la importancia de mejorar la gestión de los destinos, atraer a los visitantes en esta “nueva realidad” y utilizar la digitalización como recurso en todas las etapas de este proceso.

Mariëtte du Toit-Helmbold, moderadora del seminario, destacó la relevancia de tener un enfoque creativo a la hora de plantear nuevas iniciativas para los enoturistas, y que las soluciones digitales que se adopten deben posibilitar una historia humana para que tengan un impacto real en el usuario.

Beatriz Vergara, de Bodegas González Byass, también subrayó que la digitalización es esencial para materializar las experiencias que pueden proponerse al visitante, destacando que el conocimiento del cliente, a través precisamente de herramientas tecnológicas, permite diseñar una oferta mucho más personalizada.

En resumen, las distintas ponencias convergieron en la idea de que hay un enoturismo que se está reinventando, que necesita de la creatividad y la innovación para reformular su oferta al visitante y que la tecnología es la gran aliada que facilita la transición al nuevo escenario.

Tecnología para gestionar el negocio enoturístico.

Muchos de los responsables en bodega de la actividad turística son conscientes de la complejidad que tiene su planificación, gestión y seguimiento. El enoturista tiene que sentirse cómodo a lo largo de todo el proceso de su visita, desde la localización y reserva de la bodega hasta mucho después de haberla realizado (impresión vivida y recordada). En todas estas fases, el responsable de enoturismo tiene que contar con una herramienta que le facilite la gestión integrada del conjunto de procesos. Para contribuir a que las bodegas puedan sacar el máximo partido a las oportunidades del negocio enoturístico existen modernas aplicaciones informáticas que agrupan todas las funcionalidades que pueda necesitar el responsable de esta actividad.
  • Gestión de calendarios: reservas, anulaciones, recordatorios.
  • Generación de campañas de emails, marketing offline y RRSS.
  • Planificación de actividades en bodega.
  • Gestión integral de clientes, segmentación, interacciones, comunicación.
  • Gestión de la calidad del servicio, indicadores clave (KPIs).
Las ventajas que ofrece una plataforma de gestión enoturística son evidentes:
  • Mayor control y visibilidad de todos los procesos.
  • Facilita y mejora las interacciones con los usuarios actuales y potenciales.
  • Permite tener una base de datos de clientes actuales y futuros actualizada.
  • Hace más sencillas y efectivas la gestión de campañas y comunicaciones.
  • Genera una mejor imagen de la bodega.
  • Abre más oportunidades de negocio.
  • Permite un control de la calidad de servicio y ofrece vías de mejora.
En resumen, la tecnología CRM se convierte en un imprescindible para la gestión del nuevo enoturismo, que será más tecnológico, sin perder la cercanía natural con el usuario. ¿Quieres conocer cinco claves para desarrollar con éxito una estrategia enoturística? Descubre los contenidos del tour WineTech Forum 2016 – 2019 (*) Información sobre las ponencias del seminario online extraídas del artículo de Tecnovino.com (octubre, 2020)
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